Se trata de un tratamiento alternativo a las cirugías de hernias discales, considerado un tratamiento percutáneo sobre todo para hernias contenidas (aquellas que no han sobrepasado el anillo fibroso del disco).
Esta técnica se ha empleado en más de 20, 000 casos en estados unidos y consiste en la introducción de una aguja en el disco, con control radiológico, bajo anestesia local y sedación en régimen ambulatorio que dura entre 20 y 30 minutos.